Una de las tendencias actuales es crear ramos de flores silvestres. Esta moda se ha visto más presente en las bodas con los ramos de novia, pero puede verse en cualquier tipo de celebración.
Entre las flores más habituales de este tipo de ramos, están las populares margaritas en sus distintas variedades y colores. Quedan muy bonitas combinadas con amapolas, pero en este caso corremos el riesgo de que se estropeen, puesto que las amapolas cortadas duran poco y si las ponemos en agua tienden a perjudicar la frescura del resto de flores. También se emplean en muchas ocasiones violetas.
Si queremos decorar un poco más el conjunto de flores o si queremos hacer un bouquet más sencillo, podemos utilizar craspedia (en la foto) y paniculata. En el primer caso, nos servirá poca cantidad para rellenar donde creamos pertinente con algunas ramas de estas dos especias, en el segundo utilizaremos una de estas dos especies para crear un ramo discreto.
Uno de los grandes descubrimientos han sido los cardos. Pese a que no se consideran como primera opción por no atraer estéticamente, se están utilizando en compañía de otras flores para dar un toque rústico a las composiciones florales.
Otras opciones comunes son los ramilletes hechos con lavanda. Es válido tanto como ramo principal, para regalo o ramo de novia, como para decorar distintas zonas de un evento: centros de mesa, asientos…
Si vas a crear tu propio ramo silvestre porque dispones del medio para hacerlo, recuerda que el objetivo es que quede natural. No coloques perfectamente las flores y no las aproximes mucho las unas a las otras. Otra sugerencia es incluir hierbas aromáticas, que además de acompañar a las flores, contribuyen a crear una fragancia agradable.